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El Ecommerce sin fronteras en Europa

Según ADigital las empresas españolas no están preparadas para esta nueva normativa

A partir de ahora los compradores ya no encontrarán fronteras en Europa en cuanto al comercio electrónico. La nueva normativa que persigue anular el geobloqueo ya está en vigor. Gracias a esta, los ciudadanos de toda Europa podrán adquirir productos a través de cualquier tienda online de la Unión Europea, sin importar si dicha tienda online cuenta con venta en el país al que pertenece el comprador. José Luis Zimmermann, director general de Adigital, señala que «el grado de preparación de la mayoría de las empresas en España es cero, especialmente las pymes».

Sin embargo, José Luis, y en general la mayoría de especialistas de Ecommerce, no creen que los consumidores se lancen con las compras transfronterizas por el lanzamiento de este reglamento. Pues además hay otras barreras que deben tenerse en cuentas, como el idioma, la confianza que general las webs extranjeras, etc.

El reglamento contra el Geobloqueo no obliga al vendedor a realizar un envío internacional, pero sí que debe preparar los pedidos online para que los compradores puedan recogerlos. Por lo tanto, tendrán que sacar de su stock los productos. Además de temas logísticos como el comentado, encontraríamos otros temas como el método de pago, y es que los vendedores online deberán ofrecer a los ciudadanos de la Unión Europea similares medios a los puestos en práctica con clientes locales, como el contrareembolso, visa, paypal, etc.

¿Ventaja competitiva en precio para las empresas españolas?

Desde la Comisión Europea afirman que este reglamento ayudará a que los consumidores online cuenten con más opciones a la hora de comprarar precios, a la vez que las empresas tendrán la oportunidad de expandirse a otros paises con costes de transacción más bajos.

Fernando Aparicio, director de Amvos-Digital y Nacho De Pinedo, presidente del ISDI, coinciden en el gran avance que supone este reglamento para la consecución de un mercado único en Europa. Sin embargo, Fernando Aparicio cuenta con posibles problemas sobre todo a la hora de establecer diferentes precios en varios países. Pues por ejemplo, compradores de Alemania que desean comprar el mismo producto en una tienda online de España por ser más barato. Sin embargo cada empresa contará con sus reglas correspondientes como no enviar y simplemente preparar el producto en un punto de recogida local, o bien enviarlo con coste adicional… eliminando la ventaja en precio.

«Muchos ecommerce hoy incorporan en sus precios la logística, calculada para su país. Ello obligará a sacarla del precio final en muchos casos»

En ocasiones, los productos de empresas españolas tienen ventajas competitiva en cuanto a precio frente a otras empresasa europeas. Fernando Aparicio explica que una forma de explotar estas ventajas sería gracias a grandes plataformas online que operan en la Unión Europea, vease Ebay, Amazon y otros marketplaces. Según De Pinedo, las empresas españolas deben adaptarse lo antes posible a la normativa pues estamos compitiendo en un mercado global, por lo que si la pyme no se adapta rápidamente, otros portales como Amazon sí que lo harán y ganará.

La Comisión Europea revisará la nueva norma en marzo de 2020, cuando va a determinar si finalmente extiende el fin del geobloqueo a otros servicios como libros electrónicos, música y otros articulas no audiovisuales.

Oportunidad para el sector logístico

La normativa europea que tratamos en este post abre un nuevo abanico de posibilidades en el sector de la logística. Es decir, las empresas de logística y envío pueden ver una oportunidad a raíz de esta nueva normativa debido a que, si las compras transfronterizas escalan, se podrían crear almacenes donde las empresas vendedoras almacenen sus productos hasta que se recojan. Incluso empresas de envío pueden transportar esta mercancía desde dichos almacenes a casa del comprador.

Según esta nueva norma, el vendedor no tiene la obligación de entregar a todas las personas en todos los países, pero si está obligado a marcar a los compradores unas mismas condiciones de entrega. Por ejemplo, una tienda online de España no realiza pedidos a Francia, pero sí a Bélgica. El comprador de Francia podrá recibir el producto en una dirección de bélgica. Así, en el proceso del pedido, el comprador puede especificar una dirección de envío de un estado miembro en que se hace la entrega, siendo diferente de la dirección de facturación.